CORREDOR DE VASARI, FLORENCIA
A pesar de que las obras de restauración de “Corredor Vasari”, deberían haber acabado en 2020, este espacio histórico y expositivo, no es aún visitable. Dicen que además de su contenido museístico, las vistas desde él son increíbles, pero solo puedo dejaros las que pude obtener a pie de calle.
El corredor fue
encargado a Giorgo Vasari, por el Gran Duque Cosme I, en 1565, que lo construyó
en solo cinco meses (de marzo a septiembre), conectando, de forma elevada, desde
los jardines de Boboli (al lado de la Gruta del Buontalenti), en el Palacio Pitti (residencia de los Médicis,
adquirido en 1549, por Leonor de Toledo, esposa de Cosme I)) con el Palacio Vecchio
(sede del gobierno del Gran Ducado) recorriendo una longitud de un kilómetro.
Pasa por la iglesia de la Santa Felicitá (desde una
ventana del corredor los Médicis podían asistir a las ceremonias religiosas,
esta erá en esa época la capilla palatina), cruza el rio Arno, por encima de las
tiendas del lado izquierdo del puente
Vecchio (hoy son todas joyerías, pero en ese momento eran puestos de mercado
de carne), sigue paralelo al rio, y a través del segundo corredor, en el ala
oeste, de la galería de los Uffizi
(sede de las oficinas administrativas) para llegar a las salas de Leonor de
Toledo (Cámara Verde) en el Palacio
Vecchio.
¿Por qué se construye
este corredor? Es evidente que había una razón de carácter práctico, facilitar
el acceso directo entre los tres edificios gubernamentales, pero sin duda se
trataba de una razón de seguridad, los gobernantes podían cruzar la ciudad sin
mezclarse con el pueblo ni necesidad de escoltas.
La leyenda popular de
que los malos olores del mercado de la carne, y que los Médicis consideran
indigno pasar por ese lugar, es algo anecdótico, ya que los gobernantes pronto
propiciaron que en los puestos se ubicasen los orfebres y los carniceros se
marchasen a otro espacio.
Hasta 1866, el corredor
no se abrió al público, a pesar de haber sufrido daños durante la 2ª Guerra
Mundial, el puente Vecchio fue el único que permitió conectar las dos partes de
la ciudad. Posteriormente la inundación de 1966, y la bomba de la mafia en
1993, que daño el corredor e hizo de se perdieran muchas obras.
Desde el corredor podían
tener vistas privilegiadas de la ciudad, a través de pequeños vanos cuadrangulares,
sobre el puente Vecchio son óculos circulares, solo en el centro de ese puente,
con vistas al puente de la Santísima Trinidad, se abrieron con motivo de la
visita de Hitler, en 1939, grandes ventanales acristalados (hay quien afirma que
eso contribuyó a que el Dictador, decidiese no bombardear ese puente).
En el corredor se
exponen más de 800 obras, que datan del siglo XVII al siglo XVIII.
También se ubicó en el corredor la importante colección de autorretratos (iniciada por el Cardenal Leopoldo de Medici, en 1164) desde
el siglo XVI hasta el siglo XX de algunos de los maestros más famosos entre ellos: Filippo
Lippi, Rembrandt, Velázquez, Delacroix y Ensor, reubicada desde 2021, en la
primera planta de la Galería, esta colección tiene en la actualidad más de 1750
obras.
Copyright Manuel
Holgado García, 2024.06.17
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