CATEDRAL DE LA ASUNCIÓN DE SANTA MARÍA, “LA CATEDRAL DE LA LUZ”, PALMA DE MALLORCA
Visitar
la catedral de Santa María de la Asunción de Palma de Mallorca, es una
experiencia única, paseas por casi 800 años de historia arquitectónica,
contemplas diversos estilos: gótico, renacimiento, barroco, modernismo,
expresionismo, formas diversas de expresar la devoción y la fe.
He
tenido la oportunidad de visitar en dos ocasiones esta catedral, en una de
ellas paseé por sus cubiertas y observé sus extraordinarios vitrales desde el
exterior y sus impresionantes arbotantes, en la segunda ocasión la visita
guiada me llevó por su presbiterio y por la capilla del Santísimo entonces me
recreé en las aportaciones de Gaudí y de Miquel Barceló.
Os
dejo un breve recorrido por su historia y por algunos de sus elementos
artísticos, las fotografías las tomé con el móvil, durante la visita.
Su
construcción se inició en 1229 (tras la conquista de la isla por Jaime I),
consagrada en 1346, aunque los trabajos y acabados continuaron bastantes años
después, se terminó en 1601.
Está
construida sobre el espacio que ocupaba la mezquita de Madîna Mayûrqa, que iba
siendo derruida conforme avanzaba la construcción de la catedral, y que terminó
siendo totalmente derribada en 1386
De
estilo gótico, responde a las características del gótico levantino del S. XIV, que son:
· Planta de salón con una o tres naves a la misma
altura, la central muy ancha.
· Se abren numerosas capillas laterales entre los
contrafuertes, en ellas puedes observarse imágenes y retablos de diversos
estilos.
· Se tiende a la horizontalidad siguiendo los modelos
del sur de Francia y de Italia. Los edificios son menos esbeltos y en el
interior se abren menos ventanas.
· Mayor función sustentante del muro respecto a los
arbotantes.
· Reducen los elementos decorativos.
·
Se utilizan sencillas bóvedas de crucería que
apoyan sobre pilares muchas veces octogonales
Su primer proyecto fue obra de Ponç des Coll. A
mediados del siglo XIV Guillem Fort
eza decidió cambiar el plan de la obra y
hacer tres naves, y elevar la altura de la nave central, lo que explica la
importancia de los arbotantes en este edificio, con una doble arcada de
arbotantes y el uso de numerosos y anchos contrafuertes.
Entre 1904 y 1914, se realizó una reforma en el
templo dirigida por Antonio Gaudí y que duró diez años,
Entre 2001 y 2006, se realizó la decoración de la
capilla de San Pedro o del Sagrario, por Miquel Barceló
Declarada Monumento Histórico-artístico, en 1931 y
Basílica Menor por la Santa Sede en 1905.
Es
de planta de salón, y tres naves, con 3 capillas en la cabecera, como
prolongación de estas. Sorprenden sus dimensiones 121 m de largo y 55 de ancho,
y 44 metros de altura en su nave central, una de las catedrales góticas de
mayor altura, solo superada por la Catedral de Beauvais 48 m, la catedral
gótica más alta del mundo y la Catedral de Milán 45 m.
En
los espacios entre los contrafuertes se han ubicado numerosas capillas
laterales.
Esta
altura, le permite abrir un amplio claristorio en la parte superior, en este
sobresale el rosetón circular situado en la cabecera denominado el “ojo del
gótico”, de 13,8 m de diámetro y 150 m2, el mayor del mundo, realizado en época
gótica, dentro del mismo hay una gran estrella de seis puntas (la estrella de
David) inscrita en su tracería.
Las
sencillas bóvedas de crucería se sustentan en altísimos pilares octogonales de
fuste liso, sin baquetones.
La
catedral carece de torres, y tiene dos portadas laterales, la que da al lado de
mar, el de la epístola, tiene en su tímpano la representación de la Santa Cena,
algo poco usual en el gótico. El del lado de evangelio tiene la representación
de un ángel con las alas desplegadas.
REFORMA
DE LA FACHADA
La
fachada de la catedral fue muy afectada terremoto de 1851, el obispo
Miquel Salvà Munar encargó la restauración al arquitecto Juan
Bautista Peyronet. Tuvo
que derruir una parte y construir una fachada
completamente nueva de estilo neogótico. De la fachada original
sólo se conservó el portal dedicado a la Inmaculada Concepción.
Realizó un nuevo rosetón, sobre este portal, y cegó
los dos rosetones laterales y las dos portadas laterales, convirtiendo ambas
entradas en dos nuevas capillas el baptisterio y la capilla del Santo Cristo de
las Almas.
LA
RESTAURACIÓN LITÚRGICA DE GAUDÍ
Antoni Gaudí
dirigió una serie de trabajos destinados a recuperar parte del espacio
original, con el patrocinio El obispo de la diócesis en aquel tiempo era Pere
Joan Campins. Unas reformas criticadas y controvertidas, que indico a
continuación:
Demolió y por lo
tanto hizo desaparecer elementos adosados a la catedral, como el Corredor dels ciris (Pasillo
de los cirios), de estilo mudéjar.
El coro situado en
el centro de la nave, obra de Felip Fulló,
desde el coro renacentista, se
desmontó y dividido en dos y se trasladó
a los laterales de la capilla de la cabecera hasta el primer pilar, colocándolo
sobre sendos grupos de columnas. Especialmente controvertida fue la policromía
que quiso ejecutar sobre los sitiales, Gaudií quería mitigar la oscuridad de la madera de nogal.
Iba a colocarse un baldaquino
en forma de corona de espinas de siete lados, sobre
el altar mayor (un
proyecto inacabado, ya que el actual baldaquino
es una maqueta del definitivo que debería haberse realizado en metal), en su vértice se emplaza un conjunto
escultórico de la déesis, realizado en pasta de papel
Al adelantar el
altar fueron resituados los púlpitos renacentistas. Gaudí proyectó tornavoces
sobre ellos, solo llegó a construirse el del situado en el lado de la epístola
del altar mayor)
La
introducción de diferentes elementos ornamentales de diseño modernista, (como la
baranda que cierra del altar mayor formadas por cadenas y piezas de forja con los escudos de
Mallorca y Aragón, las
llamadas "tobilleras" o candelabros colocados en los pilares que
sostienen las lámparas en nave central y las lámparas colgantes en el centro de
las naves del templo.
La
decoración de cerámica de los escudos de armas del obispo de Mallorca, ubicados
en el muro que existe en cada costado de la cátedra episcopal del S. XIII, y en
el mismo lugar los textos del pontificado romano con letras de hierro forjado
dorado.
Desmontó el retablo
barroco de la capilla Real que tapaba la capilla de la Trinidad y el retablo
gótico y comenzó a abrir ventanas y rosetones (reubicándose el mismo por partes
en diversas partes del templo (presbiterio y muro interior de la portada del
lado de la epístola. El retablo barroco se reubicó en la iglesia de la
Inmaculada Concepción y San Magín de Palma.
Esto permitió abrir
los vanos del presbiterio donde proyecto colocar 9 nuevas vidrieras, de ellas
solo 3 estaban acabadas cuando dejó la dirección de las obras de restauración litúrgica
de la catedral.
Propuso una reforma
del panteón real, que no llegó a ejecutar, situada en alto al fondo de la
capilla de la Trinidad, que fue abierto para ubicar allí las tumbas de los reyes mallorquines Jaime
II y Jaime III., los sarcófagos son obra de
Frederic Marès.
RECUBRIMIENTO DE LA CAPILLA
DE SAN PEDRO, MIQUEL BARCELÓ
La obra de Barceló
en la capilla del Santísimo representa la eucaristía a través de la
multiplicación de los panes y los peces, la cual le permite mostrar la fauna
marina, y las bodas de Caná alrededor de Cristo resucitado.
El cubrimiento de
las paredes de la parte inferior de la capilla realizada en cerámica pintada
alberga una superficie de 300 metros cuadrados y fue elaborada en el taller del
ceramista Vicenzo Santoriello, en Vietri sul Mare, cerca de Nápoles.
Barceló también realizó
el mobiliario litúrgico: el altar, el ambón, la silla presidencial y dos
pedrizos. La destrucción de la capilla anterior como el nuevo diseño, sobre
todo la representación de Cristo, fue motivo de una fuerte polémica.
También fueron
objeto de discusión la oscuridad de los vitrales, de 12 metros de altura,
pintados con grisalla para recrear la luz submarina, y los honorarios del
artista.
La contemplación de
la capilla realizada en un estilo expresionista figurativo, no deja indiferente
al visitante y provoca un fuerte contraste con esta “catedral de la luz”
Realizada en la
época del obispo Teodor Úbeda i Gramage y el canónigo Pere Llabrés i Martorell,
defensores del proyecto bajo el patrocinio de la Fundació Art a la Seu, financiada
por instituciones públicas y entidades privadas.
Copyright Manuel Holgado García, 2024.12.06
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