LA ESCULTURA DE SAN BRUNO DE PEDRO LABOIRA, EN EL PATIO DE LA HOSPEDERÍA DE LA CARTUJA DE JEREZ.
Tras
pasar la portada realizada por Andrés Rivera de la Cartuja de Jerez, nos encontramos
en antes de llegar al atrio, en el patio de la Hospedería, una de las escasas
obras escultóricas en piedra y bulto redondo, originales de este monasterio.
Os
hago un recorrido por esta escultura, los textos son la compilación de los
hilos de post que he publicado en la red X, con el hashtag #DiariadeCádiz entre
28/6 al 4/7/2025
La
escultura de San Bruno, ubica en el centro del pequeño patio rectangular de la
Hospedería de la Cartuja de Santa María de la Defensión, recreado en 1948, a
partir de los espacios de la celda del portero y otras habitaciones, tras la 2ª
llegada de los Cartujos.
Se accede al patio, a través de un arco de ½ punto y sobria cancela de forja, en los lados mayores, 3 pilares ochavados de piedra, sustentan tres arcos ciegos, de ½ punto rebajados de ladrillo, al fondo una columna de mármol fuste liso y capitel corintio de pencas, similar a las del Claustrillo (aunque esta es de ½ del S.XX), sostiene dos arcos similares.
La escultura de San Bruno, realizada en mármol, es de bulto redondo, y pequeño tamaño 100 cm. de alta x 50 cm ancho x 45 cm fondo, con una basa poligonal irregular, se unos 8 cm de alto) forma un bloque único. Colocada sobre un pedestal formado por 3 sillares de piedra.
La obra realizada en 1761 estuvo en el pasillo que comunicaba la celda del procurador y el patio de obediencias con el claustro de los hermanos legos de la cartuja jerezana. Tras su desamortización, parte de su cuerpo fue depositada en el Museo de Cádiz, que la devolvió a fines de los años 80, su cabeza había sido devuelta antes por un bienhechor jerezano.
Este San Bruno es obra de Pedro Laboira (1700-80), su formación debió realizarse en uno de los talleres vinculados a la escuela genovesa en Cádiz y su Bahía en el primer 1/3 del S. XVIII, desde 1739 se traslada a Santa Fe de Bogotá (Virreinato de Nueva Granada)
En 1749, Pedro Laboira vuelve a Cádiz, aunque no hay obras suyas datadas hasta 1759, colaboró con Torcuato Cayón en la decoración escultórica de la catedral de Cádiz (1776-77), en especial en el efímero “monumento eucarístico” (1779-80) hoy expuesto en la cripta de la seo.
Simeón, yeso y tela encolada, obra de Pedro Laboira, imagen tomada de Herrera García, op. cit.
Laboira, trabajó especialmente la madera y la policromía, encarnado y estofado
de las mismas, hasta el San Bruno cartujano, solo conocemos una obra en piedra,
la restauración del conjunto de la Virgen de la Peña de Bogotá, siendo esta, una
obra única por el material utilizado, aunque en su última etapa de su vida, se
le atribuyen algunas obras en piedra realizadas para la catedral de Cádiz.
Laboira, se inspiró para esta escultura en el modelo de la escultura de San Bruno que realizó Manuel Pereira en 1652, para la Cartuja del Paular, hoy depositada en la Real Academia de San Fernando. La obra tras su devolución por el museo gaditano, fue restaurada por el escultor Rafael Barbero.
San Bruno, Manuel Pereira, 1652, imagen tomada de https://www.academiacolecciones.com/esculturas/inventario.php?id=E-018#&gid=1&pid=E-018
El restaurador añadió a la escultura de San Bruno de la cartuja jerezana el
brazo izquierdo perdido, parte de un pliegue del hábito en la parte posterior
y, adhirió de nuevo la cabeza al tronco, sustituyendo la calavera que portaba
en su mano izquierda por una cruz de acero inoxidable.
Siguiendo el modelo del San Bruno que M. Pereira realizó para la Cartuja de Miraflores (aunque este llevaba la cruz en su mano derecha y es una talla en madera policromada). La restauración se realizó gracias a la donación económica de Ms. Alan Foster (Detroit, Michigan, EEUU).
San Bruno, severo y elegante, adelanta la pierna derecha, hacia ese lado, semiflexionada, mostrando parte de la punta del calzado, saliendo del hábito y deja atrasada la izquierda, que también muestra la punta del calzado, mostrando un acusado contraposto y dinamismo.
El brazo derecho flexionado u pegado al cuerpo, lleva su mano a apoyarse sobre el corazón, torciendo el cuerpo, en una espiral que se completa con el giro de la cabeza a la izquierda. El rostro un tanto inexpresivo, mira hacia la cruz (o la calavera en su origen)
El drapeado del hábito del San Bruno: movido, complejo, rígido y ampuloso, genera un contorno para la escultura que carece de espacios vacíos y en el que las posturas de las extremidades favorecen la multiplicidad de puntos de vista y la volumetría.
Es de señalar el naturalismo, presente en el tratamiento de venas y tendones de la mano original existente. La condición impuesta por el museo de Cádiz para la devolución del cuerpo de la escultura a la Cartuja de, que estuviera en un sitio visible al público, explica su ubicación en este patio de la Hospedería, fuera de la clausura.
DOCUMENTACIÓN:
UN
CARTUJO DE LA DEFENSIÓN: La Defensión de María. Una devoción jerezana. Una
aproximación histórica. Servicio Publicaciones Ayuntamiento de Jerez, 2020;
Jerez de la Frontera, pp. 35-36
HERRERA
GARCIA, F.J.; Pedro Laboria y la teatralidad elocuente en la escultura barroca
Bogotana, Universidad de Sevilla recuperada de
2025.06.26 20:22
Copyright Manuel Holgado García, 2025.07.04